La explosión de las redes sociales ha contribuido ha estrechar lazos comerciales y se ha posicionado como una útil herramienta de comunicación.
El verdadero desafío está en que éstas no dañen nuestra imagen en internet.
Pensemos en los siguientes aspectos.
1.- ¿a donde dirigimos a nuestros seguidores de redes sociales?
2.- ¿que queremos conseguir de las redes sociales?
3.- ¿que coste tendrá el dedicar recursos, si estos son limitados, en nuestra web?
Nuestra web, es nuestra imagen en internet y por tanto, al mundo, deberíamos darle más recursos (tiempo y dinero) que a las demás herramientas que son complementarias.